La información es un componente indispensable en nuestro día a día. Generamos y adquirimos información continuamente, incluso en formas de las que no somos conscientes. Abrir nuestro teléfono, hacer búsquedas en internet, trabajar en nuestra oficina, abrir y cerrar archivos o leer la prensa online son algunos ejemplos de interacciones de información, que nos permiten adquirirla y proporcionarla al sistema. Tanto el Big Data como el Internet de las Cosas simplemente se limitan a extraer toda esa información extra, que antes no se recogía en ningún sitio, para generar más información complementaria, estudiarla y trabajar en consecuencia. Así se obtienen conocimientos derivados de los procesos rutinarios, con el fin de hacernos la vida más fácil, o eso es lo que se pretende.
La industria de la construcción ha adquirido conciencia de este hecho y trabaja constantemente para obtener los beneficios de esta vertiente de aplicaciones. Si nos remontamos a unos años atrás, los proyectos se generaban mediante flujos individuales de trabajo. Los planos, las memorias, la documentación asociada y las mediciones, entre otras cosas, eran flujos de trabajo relacionados pero independientes. Si comparásemos uno de estos procesos con uno actual, el cambio es bastante significativo.
La diferencia es que ahora trabajamos para generar una base de datos a la que llamamos modelo, de la cual surgen todos los documentos asociados del proyecto. Básicamente es eso: una base de datos en la que la información está alojada en función de unas categorías y en un orden preestablecido. La cuestión es: ¿somos capaces de usar esa información para generar otra?, ¿podemos automatizar procesos y perfeccionarlos?
En los formatos CAD, con un par de líneas definimos un muro y el grosor del mismo. Actualmente, con solo dibujar una línea estamos generando muchísima más información, por ejemplo: longitud, área, volumen, grosor, estructura del muro, de datos térmicos y físicos de los componentes y materiales que lo forman. Como vemos, la información asociada a la creación de una línea se ha visto incrementada exponencialmente, pero si hacemos extensible el caso de los muros al resto de los elementos que definen un proyecto, se presenta ante nosotros, de manera indiscutible, la importancia de la “I” (Building Information Modeling). Tenemos una herramienta que no solo nos permite desarrollar proyectos, sino que también produce información gracias a los elementos que la componen, con una velocidad sin precedentes.
En respuesta a las preguntas anteriormente formuladas, sí que somos capaces de generar más información productiva, y también podemos automatizar procesos que aún no han sido perfeccionados o que, simplemente, son procesos habituales que nadie se ha planteado mejorar.
En muchos casos se siguen realizando diversos trabajos manuales y repetitivos: crear y nombrar vistas y planos, introducir datos en elementos, obtención y creación de tablas… Desde Ingennus creemos que reducir al mínimo indispensable estas tareas nos permite dar la máxima calidad a nuestros clientes. ¿Cómo? Mediante la automatización de procesos como la creación de los planos de albañilerías y carpinterías, mediciones y revisión de proyectos, agilizaciones de procesos, modificaciones de cálculo de estructura, etc. Esta serie de plugins y desarrollos, reducen tiempos y minimizan al máximo posible el error humano, pero también pueden llegar a ser una herramienta de control de calidad hecha a nuestra medida. Por ello, su desarrollo es tan personal como las personas que van a trabajar con ellas.
Si nos quedamos solo con lo que vemos y podemos manejar, en este caso la interface de los programas y sus herramientas básicas, nuestro límite estará donde esté el del software y, por tanto, seremos capaces de llegar dónde nos permitan llegar los propios desarrolladores. Por el contrario, si somos capaces de profundizar y de explorar desarrollos propios, nosotros pasaremos a definir nuestros propios límites, con la ayuda de la herramienta más potente que tenemos y que sin duda es la segunda “I” más importante: la Imaginación.